Los demócratas se burlan de McCarthy por su incapacidad para reunir votos para lanzar una falsa investigación de juicio político contra Biden

Demócratas critican a McCarthy por iniciar juicio político sin votos ni pruebas contra Joe Biden.

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Washington, D.C., septiembre de 2023 — Un grupo de congresistas demócratas ha arremetido esta semana contra el presidente de la Cámara de Representantes.

Kevin McCarthy (republicano por California), por dar marcha atrás en su promesa anterior de no iniciar una investigación de juicio político contra el presidente Joe Biden sin una votación formal en el pleno de la Cámara.

La crítica se ha centrado no solo en la supuesta incoherencia del líder republicano, sino también en lo que describen como una estrategia vacía, sin fundamento probatorio, que responde más a presiones políticas internas que a hechos concretos.

El miércoles, tras una serie de declaraciones públicas y preguntas de la prensa, los demócratas no dudaron en denunciar lo que consideran un giro táctico motivado por la debilidad del liderazgo de McCarthy dentro de su propio partido.

Según afirman, el presidente de la Cámara cambió de postura al constatar que no contaba con el apoyo suficiente entre los republicanos para aprobar una resolución formal.

“No tiene los votos porque no tiene pruebas”

Uno de los más enfáticos fue el representante Jamie Raskin (demócrata por Maryland), miembro destacado del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

En declaraciones a los periodistas en las escalinatas del Capitolio, Raskin criticó abiertamente a McCarthy: “Cambió su postura cuando se dio cuenta de que no tenía los votos. No tiene los votos porque no tiene las pruebas. Y no tiene las pruebas porque no existen pruebas”.

Raskin recordó que, desde hace meses, los miembros más radicales del ala MAGA del Partido Republicano han estado buscando cualquier motivo para acusar a Biden y a su familia, sin presentar hasta ahora ninguna evidencia concreta que respalde la apertura de un proceso de juicio político.

“Esta es una estrategia política, no un procedimiento constitucional”, añadió. “Se basa en rumores, suposiciones y teorías conspirativas, no en hechos ni en pruebas verificables”.

Un juego político sin sustancia

En ese mismo tono se pronunció el representante Jamaal Bowman (demócrata por Nueva York), quien calificó el cambio de postura de McCarthy como otro signo de disfuncionalidad en la bancada republicana.

“Desde el inicio, quedó claro que le costaba organizar y liderar a su grupo parlamentario”, dijo Bowman. “Estas travesuras, estas tonterías que vienen del Partido Republicano, son simplemente decepcionantes”.

Bowman añadió que, mientras los republicanos dedican tiempo y recursos a un juicio político que considera falso, dejan de lado temas urgentes para el país.

“Es importante que el pueblo estadounidense sepa que, mientras se centran en este teatro político, no están trabajando con los demócratas para mantener abierto el gobierno ni para responder a las verdaderas necesidades del pueblo”.

La controversia con Manu Raju

La tensión en torno al cambio de rumbo de McCarthy aumentó cuando el periodista Manu Raju, de CNN, lo confrontó directamente el miércoles por la mañana.

Durante una rueda de prensa, Raju preguntó por qué había decidido iniciar una investigación sin someterla a votación, como él mismo había prometido 12 días antes en una entrevista con Breitbart.

McCarthy reaccionó con evidente irritación, acusando a Raju de ignorar otras cuestiones importantes. El líder republicano alegó que la entonces presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, sentó un precedente al iniciar el primer juicio político contra Donald Trump sin votación inicial.

Sin embargo, como señaló la representante Pramila Jayapal (demócrata por Washington), la comparación no tiene fundamento.

“Esta fue una situación muy diferente”, respondió Jayapal entre risas cuando se le preguntó por la mención a Pelosi. “Donald Trump fue acusado de 91 cargos penales. Biden no tiene ningún cargo en su contra ni evidencia de haber cometido delito alguno”.

Falta de consenso entre los propios republicanos

Jayapal también subrayó que ni siquiera dentro del Partido Republicano existe consenso sobre la legitimidad de la investigación. “Los miembros conservadores de su partido están diciendo que no hay base para un juicio político aquí”, declaró. “No tiene los votos, eso es seguro. Están perdiendo el tiempo con una acusación sin fundamento”.

Este aparente desgajamiento dentro del bloque republicano refuerza la idea de que McCarthy actúa más por presión de los sectores más extremistas de su bancada que por una convicción institucional o política sólida.

La apertura del proceso sin una votación formal se interpreta, por parte de los demócratas, como una concesión a la extrema derecha del partido.

Un Congreso atrapado en la confrontación

A todo esto se suma otro elemento alarmante: la posibilidad de un cierre del gobierno si el Congreso no aprueba un nuevo paquete presupuestario en las próximas semanas.

Para Raskin, la priorización de un juicio político sin fundamento por encima de las responsabilidades legislativas básicas refleja el grado de desconexión del Partido Republicano con las verdaderas prioridades del país.

“Los tres ejes de la agenda MAGA esta semana son: cerrar el gobierno, destituir al presidente y luego destituir al presidente del Congreso. ¿Es este el programa que Estados Unidos quiere respaldar? Lo dudo mucho”, concluyó el congresista.

Estrategia electoral o cortina de humo

En círculos políticos, algunos analistas ven esta ofensiva como parte de una estrategia electoral de cara a 2024. Ante la falta de resultados legislativos significativos y una creciente división interna, el juicio político contra Biden podría ser usado como una bandera para movilizar a la base republicana más radical.

Otros, en cambio, creen que se trata de una cortina de humo para desviar la atención de los problemas legales de Donald Trump y de la falta de liderazgo efectivo de McCarthy.

Sea como fuere, el inicio de este proceso en un contexto tan frágil pone en evidencia las tensiones internas que dominan actualmente la Cámara de Representantes.

Conclusión

La decisión de Kevin McCarthy de abrir una investigación de juicio político sin votación en la Cámara marca un nuevo episodio en la creciente polarización política de Estados Unidos.

Para los demócratas, se trata de una maniobra desesperada, incoherente y carente de fundamento legal. Para los republicanos más radicales, en cambio, es una respuesta necesaria a supuestos abusos de poder que aún no han sido demostrados.

En medio de este panorama, el Congreso se enfrenta a desafíos urgentes como la aprobación del presupuesto federal y la estabilidad institucional. Sin embargo, parece que la guerra partidista sigue ocupando el primer plano.